Las adulteraciones del mezcal y sus efectos perniciosos sobre el populacho a inicios del siglo XX en la ciudad de San Luis Potosí, fueron motivo de preocupación y condena del periódico El Contemporáneo, en un artículo enlistó la serie de combinaciones que se hacían del mezcal en expendios y “cantinillas” con aguardiente y alumbre para potenciar la embriaguez; y también en infusión, con marihuana, estafiate, cáscara de naranja, lima o limón.

El consumo de mezcal adulterado, a juicio del periódico, causaba hechos de sangre y ausentismo laboral, por lo que exhortaba a las autoridades de salubridad a tomar las medidas necesarias para atajar este mal que amenazaba “a nuestra raquítica raza, ya de por sí bastante debilitada”.

ESCANDALOSO AUMENTO DE LA CRIMINALIDAD 

Una de las causas determinantes del escandaloso aumento de la criminalidad potosina, es el abuso que se hace de las bebidas alcohólicas, pero también a no dudarlo, el que cometen los comerciantes mezclando a dichas bebidas, substancias nocivas a la salud, que aumentan los principios perjudiciales contenidos en el alcohol. 

La mezcla de chorrera con el aguardiente de caña, lo que forma un compuesto terrible, se encuentra en casi todos los expendios de mezcal; al aguardiente de Parras, le ponen el mezcal llamado campanilla, y a éste último, en infusión, marihuana y otras yerbas tóxicas. 

No podríamos determinar en qué tabernas es más común hallar estas y otras combinaciones, causa de que los hombres con poca cantidad se trastornen de los sentidos de modo de enfurecerse a un grado de que los aproxima a los locos; pero es muy cierto que la cantidad de cantinillas se ve una serie de botellas de pésimo mezcal conteniendo en infusión ya sea el estafiate, la cáscara de naranja, lima, limón, y una porción de yerbajos que mantenidos en esas condiciones, tienen que desvirtuar la calidad de la mercancía, que apoderándose de ciertos principios tal vez apropiados para combatir determinados males, toman a su vez los que es inconveniente ingerirse en el estómago. 

El uso del alumbre con el objeto de que el mezcal tenga un sabor más fuerte al paladar, sin llegar a ser astringente para gustos estragados, como son en general los de tomadores, es tan común, que entre éstos, que como es sabido llegan a ligarse por los vínculos del vicio dicha bebida es conocida por mezcal de uñas, lo que puede dar una idea de la sensación que experimentarán los consumidores al apurarla. 

Es sabido de qué manera y con qué yerba se obtiene la fermentación violenta del pulque: el timbe es perjudicial a la salud, principalmente a los centros nerviosos. 

Sin ir muy lejos, el domingo que acaba de pasar se registraron tres casos de homicidio; en Ahualulco, Zaragoza y Mezquitic, en los que advierte clara y distintamente la huella del alcohol. 

Haciendo una excursión dominical por esos pueblos, y por los alrededores de la capital potosina se puede uno formar idea del avance terrible de ese mal que acabará de hundir en la degradación a nuestras últimas clases sociales. 

La pulquería es el centro y de ahí como radios que a él convergen las callejas del pueblo, donde al anochecer, yacientes en tierra, se ven a los hombres que no podrán trabajar al siguiente día, no por la cantidad de alcohol que hayan apurado, sino por los efectos perniciosos de las múltiples combinaciones que les expenden sus envenenadores. 

La Inspección General de Salubridad puede prestar un inmenso beneficio, dedicando preferentemente su atención a este ramo de su encomienda y el Gobierno dictar leyes que de algún modo atajen el avance de un mal, que como seguir amenazante está sobre nuestra raquítica raza, ya de por sí bastante debilitada. 

[El Contemporáneo. Diario Independiente, San Luis Potosí,18 de enero de 1900.]

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