Escribir escondida en un clóset y publicar libros con seudónimos para no hacer enojar al marido político y machista, debió ser algo complicado para María Asunción Izquierdo Albiñana que se mantuvo en su vocación y se volvió más fuerte y libre sin asumirse como feminista, aunque lo fue de algún modo; creció en un ambiente familiar propicio para su desarrollo intelectual, los padres, dueños de la Librería Española, le dieron una educación sólida, hablaba varios idiomas, tocaba el piano, apreciaba el arte y su relación con la literatura nació desde la infancia como una marca de fuego.
Sus padres eran españoles y llegaron a la capital potosina a principios del siglo XX en una especie de exilio al sublevarse al destino elegido: él era un sacerdote jesuita y ella una monja que renunciaron a sus hábitos y contrajeron matrimonio; su librería ya traspasó el centenario de existencia y fue la única en la ciudad que se atrevió a vender el libro La sucesión presidencial, de Francisco I. Madero, una actitud desafiante que nos da una idea de su pensamiento y permeó a su hija María Asunción, que publicó su primer libro en 1938, Andreida. El tercer sexo, Ediciones Botas.
En años recientes se ha vuelto a revisar su obra literaria, en su tiempo la crítica advirtió inconsistencias, errores de ortografía, mezcla de estilos, denuncia social y peroratas filosóficas, un alarde de erudición chocante; y a iniciativa de la investigadora Francesca Dennstedt, la UNAM reeditó su última novela, Cena de cenizas, publicada en 1975 por Joaquín Mortiz.
La gavilla de Doroteo “El Pame” Otero sembró el terror en los caminos del semidesierto potosino en el último cuarto del convulso siglo XIX, los padecieron en Charcas, Venado, Matehuala y Real de Catorce con un historial de asaltos, homicidios y el incendio del archivo de la Diputación de Minería; se les encarceló en varias ocasiones y obtenían su libertad al incorporarse a la milicia y al paso del tiempo regresaban a la vida delictiva; y en esta edición concluye la historia, ocurrida en esta ciudad en el periodo novohispano, de la mulata libre María Ramos que fue enjuiciada por alcahueta.